Chicas malas: Spring Breakers, de Harmony Korine

Compartir:

Realmente tenía curiosidad de ver la película que ameritó ser portada y articulo central de las revistas Cahiers du Cinéma y Sight and Sound, además de merecer un ensayo en las páginas interiores de la revista Film Comment. Las tres publicaciones internacionales más prestigiosas sobre cine se rendían ante Spring Breakers (2012),  de Harmony Korine. ¿Por qué?

El quinto filme de este director norteamericano es una suerte de fantasía pop que lleva al extremo la tradicional invasión vacacional de los universitarios estadounidenses a las playas de la Florida. Pasando lentamente de la parodia al esperpento, la película se complace en exhibir toda clase de excesos juveniles, en un desenfreno etílico-sexual que desconcierta y abruma.

Spring Breakers (2012)

Las cuatro preciosas protagonistas –dos de las cuales, Vanessa Hudgens y Selena Gomez, provienen de la cantera de Disney, como para aumentar el morbo de verlas- son unas jóvenes despreocupadas que recurrirán a lo que tengan que hacer con tal de reunir el dinero para irse de vacaciones. No hay freno moral, no hay reflexión alguna, suponen que están en un video juego o en una película. Esa es su justificación y su fuerza: nada es real, nada tiene valor, solo existe el presente. Y hay que disfrutarlo al máximo.

El diagnóstico es feroz y preocupante, la generación que se nos describe carece de introspección, no sabe de valores, escasamente una de las chicas tiene algún tipo de consciencia espiritual. Las demás están perdidas en su vacuidad. Pero Korine no hace de Spring Breakers un drama reflexivo, su intención no es aleccionar, su propósito parece tan nihilista como el estilo de vida de las dos protagonistas más radicales, las rubias Brit y Candy. A medida que el filme avanza el contacto con la realidad es menor, el neón se toma la paleta de colores, los diálogos se repiten como mantras, todos parecen vivir en medio de un mal sueño. Pero parece no importarles, saben que tarde o tempano despertarán y su vida seguirá tan inalterable como siempre.

La crítica ha acogido este filme por su supuesta fuerza alucinatoria y su capacidad descarnada para describir el malestar que aqueja a la sociedad actual. Yo me pregunto si con tanto eco en realidad lo que están haciendo es un elogio gratuito de la estupidez.

Publicado en la columna “Séptimo arte” del periódico El Tiempo (Bogotá, 15/08/13). Pág. 20.
©Casa Editorial El Tiempo, 2013

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

Compartir: