Grace entre nosotros

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No es mito urbano: Grace Kelly rodó una película en Colombia. He aquí la historia.

Era imposible pasar por alto este dato encontrado en la biografía de Grace Kelly que escribió Donald Spoto en el 2009: “Al otro día de su escena final en The Country Girl, Grace se apresuró a dirigirse a la Metro para pruebas de vestuario y maquillaje, y luego fue a donde el médico de la empresa para las inyecciones necesarias. Pronto se iría diez días a rodar en la jungla colombiana y así cumplir con su obligación”. ¿La futura Princesa de Mónaco rodando una película en Colombia? Por asombroso que parezca así fue. Se trataba de la filmación de la película Fuego verde (Green Fire, 1954), dirigida por Andrew Marton, un compromiso con el productor Dore Schary al que la actriz tuvo que condescender para que previamente le permitieran participar en The Country Girl, el filme que a la postre le daría el premio Oscar como mejor actriz en la ceremonia del 30 de marzo de 1955.

El sábado 10 de abril de 1954 arribó al país, tal como lo registró una nota del periódico El Tiempo dos días después, titulada “Dos grandes estrellas nos visitan”, acompañada de una foto con la leyenda, “Esbelta, interesante, escondiendo su belleza tras lentes negros, vemos a Grace Kelly, la artista de Fuego verde, cuando se acercaba a las oficinas de la aduana, en el aeródromo de la Avianca, en Barranquilla. A su lado con el pasaporte aún en la mano, Stewart Granger, el primer actor de Fuego verde”. Grace y Granger viajaron desde Nueva York en un avión de Pan American Airways (PAA), acompañados del actor Paul Douglas, coprotagonista del filme.

Paul Douglas, Grace Kelly y Stewart Granger llegan a Colombia

Paul Douglas, Grace Kelly y Stewart Granger llegan a Colombia

Los detalles de este rodaje son escasos. La mayoría de la película se filmó en Hollywood, con secuencias de apoyo grabadas en locación en Colombia. Durante su breve estadía los actores se alojaron en el Hotel El Prado de Barranquilla y las escenas se rodaron en la Ciénaga Grande. En el periódico El Colombiano del martes 13 de abril hay una nota al respecto, mencionando que los artistas salieron del hotel rumbo a Buenavista. “Esta población de pescadores del departamento del Magdalena, está situada a orillas de Ciénaga Grande, al sur. Por carretera se comunica con Remolino, segundo puerto del río Magdalena –hacia arriba- en la banda oriental. Allá en Buenavista filmarán algunas escenas, debiendo dirigirse seguidamente a Sitionuevo, también puerto del río Magdalena”.

En la primera página de El Colombiano del lunes 19 de abril hay una imagen de Grace Kelly maquillándose antes de empezar a rodar una escena en Sitionuevo (Atlántico). “Un toque de Venus”, lleva como título la fotografía. Al día siguiente este mismo periódico le dedica un artículo extenso al rodaje de Fuego Verde: “Sitionuevo convertido en un pequeño Hollywood tropical”, lleva por título el texto. Después de hablar de las carreras de Granger y Douglas, la crónica menciona a la actriz: “Grace Kelly, finalmente, está considerada como una de las mejores artistas de la Metro. Joven y bella y todavía soltera, ha hecho cinco películas que aún no han llegado a Colombia”. El redactor se refería a High Noon (1952), Mogambo (1953); las dos películas que ya había hecho para Hitchcock: La llamada fatal (Dial M for Murder, 1954) y La ventana indiscreta (Rear Window, 1954), y la mencionada The Country Girl. Cuatro películas más y su carrera en Hollywood habrá concluido.

Grace Kelly sonriendo ante un niño en Colombia

Grace Kelly sonriendo ante un niño en Colombia

Continua la información de El Colombiano: “El complicado sistema de Cinemascope se utilizará en la filmación de Fuego verde y se da ya por descontado su éxito taquillero. El estreno será simultáneo en Nueva York, Hollywood, Bogotá y Barranquilla. Los artistas todos, en conversación con este corresponsal, se mostraron gratamente impresionados por Colombia. Aquí la gente es amable, dicen, y el paisaje distinto. Las selvas “huelen” a selvas y esto lo dice nada menos que Stewart Granger, quien ha filmado en el África. Colombia es un poco distinto al África, reconocen. Pero Paul Douglas, que quiso ensayar su vocabulario de español, apunta sonriente mientras se seca el sudor:
-Esto ser caliente. Mucho calor.
El rodaje se efectuará a todo correr, ya que cada día de permanencia en Colombia representa para la Metro Goldwyn Mayer treinta mil dólares. Y el presupuesto de la película es de “apenas” millón y medio, cifra que se considera baja si se tiene en cuenta que va filmarse en colores”.

Pese a la diplomática opinión sobre Colombia y las alegres fotos publicitarias de las tras escena del filme que muestran a Grace Kelly departiendo con los lugareños, tomando una bebida a partir de un coco, alimentando a un burrito o contemplando a un niño desnudo mientras porta un pequeño bolso artesanal, otra cosa parecían pensar los actores en realidad. Stewart Granger en su autobiografía Sparks Fly Upward afirmaba que “Grace llegó con su hermana como chaperona y Paul Douglas con muchas botellas de Scotch como sus chaperonas. Todo era polvoriento, sucio y pululaban las moscas, y Dios sabrá por qué fuimos allá pues no vi ninguna mina de esmeraldas, que era el tema de nuestra historia”. Mientras tanto “la Niña Kelly” –como curiosamente la bautizaron los barranquilleros- le confesará a la periodista Hedda Hopper que filmar en Colombia “no fue placentero. Trabajábamos en una aldea patética, con míseras casuchas y mucha suciedad. Una parte del equipo se vino abajo… fue horrible”.

Grace a caballo durante el rodaje en Colombia

Grace a caballo durante el rodaje en Colombia

Fuego verde se estrenó en Nueva York el 24 de diciembre de 1954 y la crítica y el público fueron implacables con una película sin alma y sin ingenio. El confuso imaginario que Hollywood tiene tradicionalmente sobre Latinoamérica llevó a un pastiche de escenas filmadas en la costa colombiana mezcladas con imágenes de haciendas cafeteras y minas de esmeraldas en las que trabajan campesinos vestidos como mexicanos. Promocionada como un filme de aventuras en tierra exótica –como lo que logró John Ford en África al hacer Mogambo– en el fondo hay una artificial historia de amor entre dos protagonistas sin química alguna y en donde la diferencia de edad entre ambos es notable. Grace interpreta a Catherine Knowland, quien junto a su hermano Donald regenta una plantación de café en Colombia. Hasta allá llegan dos socios dedicados a la minería, Rian Mitchell (Granger) y Vic (Douglas), que encuentran la mina de esmeraldas de Carrero, la excavación perdida de los conquistadores españoles. Sin embargo la amenaza de la pandilla de bandidos comandada por El moro hace que sea muy difícil la explotación de la mina, que requerirá de los trabajadores de la plantación de café para hacer la extracción. Nada hay genuino ni novedoso en este guión que firmaron Ivan Goff y Ben Roberts.

Para tratar de salvar algo del inminente naufragio, la MGM publicitó la película usando un afiche en el que el rostro Grace Kelly aparece con el cuerpo de una modelo que lleva un sensual vestido strapless verde. La actriz estaba furiosa, “ese vestido ni siquiera estaba en la película”, afirmaba. Es probablemente la película menos interesante de la carrera de la futura esposa del Príncipe Rainiero de Mónaco.

Grace Kelly descansa en un colchón a pleno sol durante una pausa del rodaje en Colombia

Grace Kelly descansa en un colchón a pleno sol durante una pausa del rodaje en Colombia

Lo sucedido con el rodaje de Fuego verde lo resume muy bien Gabriel García Márquez cuando en esa época escribía un comentario que aparece recogido en el libro Obra periodística 2 – Entre Cachacos y que tiene enorme validez ahora que está vigente la Ley 1556, del 9 de julio de 2012, “por la cual se fomenta el territorio nacional como escenario para el rodaje de obras cinematográficas”. Leamos sus palabras, vigentes más que nunca: “A lo largo de la charla, se ha hablado del interés que algunos productores internacionales han manifestado en los últimos años por el ambiente colombiano, y se ha llegado a la conclusión de que esas productoras sólo se han interesado por el aspecto formal, por el simple paisaje colombiano, de notable validez plástica, desde luego. Los realizadores de Fuego verde estuvieron en Colombia una semana, hicieron algunas tomas que equivalen al diez por ciento del metraje total de la película, pero no se preocuparon por explorar la psicología del pueblo colombiano. El resultado ha sido una Colombia falsa, un país reconstruido en las bambalinas, que no dice nada de nuestros caracteres nacionales”. Más lúcido, imposible.

Publicado en el suplemento “Generación”, del periódico El Colombiano (Medellín, 16/09/12). Págs. 18-19
©El Colombiano, 2012

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

Fuego verde poster

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