Un Ford modelo 42

6085
0
Compartir:

Ya existía otro Harrison Ford y él no lo sabía. Se trataba de un actor de cine mudo de Hollywood que hizo filmes entre 1915 y 1932, y que fue una doble víctima: primero de las películas sonoras, que terminaron con su carrera, y segundo de un accidente automovilístico que acabó con su vida en 1957. Así pues, aparentemente no había espacio para otro Harrison Ford en el cine. A un joven actor homónimo –nacido en Chicago, el 13 de julio de 1942- le tocó aparecer en su primer crédito en una película como Harrison J. Ford, usando una falsa “J” si no quería utilizar un seudónimo. Se trataba de A Time for Killing (1967), el tercer papel secundario que hacía en un filme, luego de haber ganado un concurso de nuevos talentos organizado por Columbia Pictures, que le daba la oportunidad de cobrar $150 dólares a la semana. Pero fue despedido, nadie allá parecía muy convencido de su talento. Contratado luego por Universal estudios por un sueldo mayor, pasó algunos años inmerso en series de televisión como El virginiano, Ironside y The F.B.I.

Harrison Ford en American Graffiti (1973)

Harrison Ford en American Graffiti (1973)

Pero nuestro Harrison Ford estaba casado desde 1964 y tenía dos hijos, Benjamin y Willard. Necesitaba un trabajo mejor y más estable. Habiendo dejado inconclusos sus estudios universitarios de filosofía (fue en la universidad donde tomo clases de drama) y sin mejores ofertas en el panorama, él mismo se puso a aprender carpintería, leyendo libros sobre el tema. Con el tiempo se hizo fama en trabajos de remodelación en interiores y elaboración de gabinetes y armarios. Trabajó como carpintero para los estudios Goldwyn y estuvo en la tras escena de una gira de conciertos de los Doors. Incluso uno de sus primeros encargos fue convertir un garaje en el estudio de grabación del músico Sergio Mendes. Vendrían trabajos y reparaciones para Sally Kellerman, Richard Dreyfuss, Glenn Ford y James Caan, que lo convirtieron en “el carpintero de las estrellas”. Mientras tanto seguía apareciendo en papeles menores, siendo quizá el más importante el que realizó en American Graffiti (1973), de George Lucas. Otro cliente, llamado Francis Ford Coppola lo contrató para hacer unos arreglos en su oficina y terminó ofreciéndole un papel menor en su película La conversación (1974), que ganaría la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Tiempo después lo incluiría en el reparto de Apocalipsis ahora (1979).

Harrison Ford en La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977)

Harrison Ford en La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977)

Fred Ross era el director de reparto de Coppola y a cambio de unas reparaciones en su casa, se comprometió a avisarle a Ford de cualquier audición que pudiera servirle. Enterado de que George Lucas estaba confeccionando el reparto de una película de ciencia ficción, envió “casualmente” al carpintero-actor a reparar una puerta a las oficinas donde Lucas estaba haciendo las audiciones. Al reconocerlo le pidió que leyera las líneas de diálogo del papel de Han Solo con otros actores, aún a sabiendas que no quería contratar a nadie que hubiera aparecido en American Graffiti. Terminaría por descubrir que Harrison Ford era el actor semi desconocido que requería para ese papel en La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977). Ahí se inició todo. En tres meses la película recogió cien millones de dólares, luego fue nominada a 10 premios Oscar y se convirtió en un fenómeno sin precedentes.

Han Solo aparece por primera vez en la película sin preámbulo alguno, sentado junto a Chewbacca en la cantina de Mos Eisley del planeta Tatooine. No tiene el idealismo de Luke Skywalker, ni el honor de Obi-Wan Kenobi. Lo único que tiene, además de su escepticismo, es una nave espacial para alquilar sin reparo alguno al mejor postor. Es un mercenario y contrabandista, movido solo por el dinero que va a recibir por sus servicios. Su actitud varonil contrasta con la conducta juvenil, casi infantil, de Luke. El público de La guerra de las galaxias quedó de inmediato enganchado a ese personaje cínico pero noble.

Harrison Ford como Indiana Jones

Harrison Ford como Indiana Jones

Tras el éxito de esa primera película vendrían luego El imperio contraataca (1980) y El retorno del Jedi (1983), para consolidar una saga y un nombre que el cine iba a recordar. Entre estas dos películas hizo otras dos que vale la pena mencionar. La primera fue una colaboración entre George Lucas y Steven Spielberg, que casi ningún estudio quería financiar, sobre las aventuras de un arqueólogo. El rol fue originalmente pensado para Tom Selleck, estrella en esos momentos de la serie de televisión Mágnum P.I., pero se encontraron con que el actor no podía romper el contrato que lo ataba al seriado. Spielberg desde siempre pensaba que Harrison Ford era el candidato perfecto, pero Lucas –que obraría como coguionista y productor del filme- creía que el público podía confundirse y no separarlo del papel del de La guerra de las galaxias, y además no quería convertirlo en su “Robert De Niro”, refiriéndose a la estrecha y casi fija colaboración entre este y Martin Scorsese.

Indiana Jones y el dial del destino (2023)

Luego de haber descartado a Nick Nolte y a Peter Coyote, se decidieron por Ford. Sería entonces Indiana Jones en Cazadores del arca pérdida (1981), el descomunal éxito de taquilla que hasta ahora ha dado lugar a cuatro películas más: Indiana Jones y el templo de la perdición (1984), Indiana Jones y la última cruzada (1989), Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008) e Indiana Jones y el dial del destino (2023), esta última dirigida por James Mangold y estrenada cuando el actor tenía 80 años.  La combinación de acción y humor mostró ser irresistible para los espectadores. “Indy” es un héroe frágil, un académico con sed de aventuras que recorre parajes exóticos y peligrosos en unas películas que son un frenesí de secuencias de peligro pensadas para el disfrute familiar.

Blade Runner (1982), de Ridley Scott

La otra película que hizo entre la segunda y tercera parte de La guerra de las galaxias fue otra historia de ciencia ficción, pero de un tono diferente: Blade Runner (1982), dirigida por Ridley Scott, nos mostraría un mundo en un futuro cercano donde predomina el pesimismo, la noche, las malas almas. Ford sería Rick Decker, un cazador de replicantes, seres parecidos a los humanos que han entrado ilegalmente a la tierra. Se trata de una historia contada como una película de cine negro, uno de esos film noir clásicos de los años cincuenta, pero con las herramientas tecnológicas de un posible siglo XXI. De acuerdo a especialistas en el tema, Blade Runner ya ha superado a 2001: Odisea del espacio (1968) como la mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos.

Blade Runner 2049 (2017)

Vendrían muchos más papeles a lo largo de las dos últimas décadas del siglo XX: fue el Capitán John Book salvando a un niño Amish en Testigo en peligro (1985) –su única postulación al Oscar-; a las órdenes de Polanski fue un médico buscando a su esposa desaparecida en París en Búsqueda frenética (1988); fue un abogado sospechoso de un crimen en Se presume inocente (1990); fue Richard Kimble en la versión cinematográfica de El fugitivo (1993); fue dos veces Jack Ryan, el agente de la CIA creado por Tom Clancy, en Juego de patriotas (1992) y Peligro inminente (1994); participó en un remake de Sabrina (1995) en el papel que originalmente tuvo Bogart, y hasta interpretó al Presidente de los Estados Unidos en Air Force One (1997). Encasillado voluntariamente en el lado de “los buenos”, tuvo sin embargo un gran éxito con Revelaciones (What Lies Beneath, 2000), una película donde interpreta a un hombre en el otro lado de la ley. Una excepción en su trayectoria, pues el mismo Ford se ha labrado una imagen de hombre íntegro, confiable, carismático y vulnerable. Un tipo cercano y normal al que le ocurren aventuras extraordinarias, que resuelve sin superpoderes, solo con su habilidad física.

 Air Force One (1997)

Air Force One (1997)

Casado desde el 2010 con la actriz Calista Flockhart, Ford llega al otoño de su vida con una carrera memorable y un éxito envidiable. Considerado en el 2001 como el actor más vivo más adinerado, sus películas sumadas han generado ganancias en el mundo superiores a 5.900 millones de dólares. Más que una mega estrella de cine, Harrison Ford es un héroe y no lo digo yo: en la lista de los 50 héroes del cine que publicó el American Film Institute en el 2003, Indiana Jones es el segundo de ellos, solo superado por el abogado Atticus Finch (interpretado por Gregory Peck), el protagonista de Matar a un ruiseñor (1962); además su personaje de Han Solo ocupa el lugar catorce del mismo listado. En 2023 recibió en Cannes la Palma de oro honorífica por su trayectoria.

Nada mal para un carpintero autodidacta que a los 20 años se hizo una cicatriz indisimulable en el mentón al chocar en su automóvil contra un poste de teléfono, y que pensó que su sueño de ganarse la vida como actor se había esfumado.

Actualización de un texto publicado originalmente en el suplemento “Generación”, del periódico El Colombiano (Medellín, 22/07/12). Págs. 12-13
©El Colombiano, 2012

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

harrison

Compartir: