No existen segundas oportunidades: Amalia, de Ana Sofía Osorio
Como en A propósito de Elly (Darbareye Elly, 2009), de Asghar Farhadi, es una ausencia la que impulsa a los personajes de Amalia (2019), de la directora colombiana Ana Sofía Osorio. Ambas películas tienen el nombre de ese personaje faltante, cuya ausencia parece un grito, antes que un vacío.
Amalia es en esencia una pieza de cámara, un concierto para una sola intérprete, una actriz, Angela Carrizosa, que sostiene con primeros planos todo el drama que implica ser madre en unas condiciones que no son fáciles para ella. Su personaje, Cristina, es una mujer de 43 años con una hija adolescente –Amalia- y que ahora está a punto de tener un bebé, de un segundo marido, más joven que ella. La suya es una familia acomodada, su entorno social es más que favorable, pero tiene en contra la rebeldía de su hija y la intromisión de Elena, su suegra.
Amalia podría haber sido una obra de teatro con dos personajes –Cristina y Elena- encerradas en la habitación de la primera (su embarazo de alto riesgo no le permite movilizarse) y que reciben del exterior llamadas telefónicas que les informan lo que ocurre con la hija adolescente, cuyo paradero desconocen. Pero dado que esta es una película, se añaden otros personajes y algunas imágenes de apoyo del exterior, conservando la forma y el esquema teatral mencionado.
La directora contó con una interprete que supo reflejar en su rostro la enorme angustia que implica la incertidumbre frente a la situación de Amalia, mezclada con la inconformidad que le produce la presencia de Elena, aunada a la impotencia de su condición física limitante. Esa triple zozobra hace que Cristina por poco colapse como personaje, pero –paradójicamente- es la que hace que la película funcione. El espectro de los sentimientos de una mujer frente a su condición de madre, esposa y nuera, están exhibidos ahí frente a nosotros.
Pareciera que en Amalia no pasara mucho. Pero, ¿se han fijado detenidamente en el rostro de Cristina? Ahí hay un vendaval de emociones desfilando agitado frente a nosotros.
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