El punto de no retorno: El sacrificio del ciervo sagrado, de Yorgos Lanthimos

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El llamado cine corporal es el que nos hace conscientes de nuestra anatomía, fisiología y -claro- patologías, para de ahí obtener material dramático. Es obvio que el cuerpo humano está presente o representado (en el caso de la animación) en prácticamente todas las películas , pero el cine corporal deliberadamente subraya lo que somos físicamente, lo que nos late, lo que nos gruñe, lo que segregamos, lo que nos duele por dentro.

El sacrificio del ciervo sagrado (The Killing of a Sacred Deer, 2017), del griego Yorgos Lanthimos es cine corporal. Se inicia con el primer plano de un corazón latiendo en medio del campo quirúrgico de una incisión medioesternal. Estamos en una cirugía cardiovascular, que es el “teatro de operaciones” del protagonista del filme, Steve (Colin Farrell), un cirujano casado con una oftalmóloga, Anna (Nicole Kidman). Son médicos, ambos conocen el cuerpo. Por eso es que permanentemente en el filme hay alusiones a funciones y actividades corporales: tener sexo, orinar, caminar, menstruar, comer, sangrar, morder, excitarse, masturbarse, todo dentro del contexto de una extraña condición física que afecta progresivamente a los dos hijos de la pareja, Kim y Bob, y que obliga a la realización de toda suerte de exámenes de altísima tecnología.

El sacrificio del ciervo sagrado (The Killing of a Sacred Deer, 2017)

La reflexión sobre el cuerpo y sus funciones (o la falta de ellas) está inserta en una historia de venganza sistemática -pienso en Cape Fear (1962)- en la que alguien con quien Steve tiene cuentas pendientes se va a encargar de doblegarlo mediante un tipo de intimidación que se acerca más a una maldición que a una amenaza. No hay nada que desespere más a un médico que la presencia de signos clínicos sin explicación ni justificación médica alguna y en la película la pareja de esposos sufre esa situación. ¿Será posible que el par de hijos estén simulando todo con el cerebro lavado por él inteligente y seductor “ángel exterminador” que ha llegado a convulsionar sus vidas? Es imposible para ellos saberlo.

El sacrificio del ciervo sagrado (The Killing of a Sacred Deer, 2017)

A diferencia de las películas con sicótico a bordo que recurre a todo tipo de amenaza física y acto abusivo para asustar y liquidar, el vengador de El sacrificio del ciervo sagrado no tiene necesidad de eso para provocar pánico. Todo lo que le dice a Steve que va a ocurrir no se queda en palabras, para asombro de ese médico, un hombre de ciencia que tiene que resignarse a aceptar lo inverosímil, a reconocer que está frente a un castigo divino por sus ligerezas.

Sin embargo el filme se le pierde a Yorgos Lanthimos, contagiado de la paranoia de estos padres asustados, y esta tragedia se extravía para siempre en un ritual perturbador de violencia con sacrificios bíblicos incluidos. Purificador y sanador dirán algunos. Yo no.

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

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