Las mejores películas de 2024

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Esta selección personal anual de las mejores películas que vi en 2024 empieza por dejar claro que esta es una lista subjetiva y que por ende el criterio de selección se basa exclusivamente en mi gusto. Acá están las películas exhibidas comercialmente en el país, las que hicieron parte de muestras o festivales, las que llegaron a las plataformas y las disponibles en el ancho mundo de internet. Obviamente no todo está al alcance de la mano y hubo cuatro películas clave que no pude ver: Nickel Boys de RaMell Ross, La Luz que imaginamos (All We Imagine as Light) de Payal Kapadia, El brutalista (The Brutalist) de Brady Corbet y Un completo desconocido (A Complete Unknown) de James Mangold. Ya habrá tiempo de verlas. Pese a eso creo que las películas que vi me ofrecieron un panorama amplio como para formarme una idea del buen estado de salud del cine contemporáneo, más allá de remakes, franquicias y sagas.

Les ofrezco a continuación mi top 10 que en realidad incluye once películas, pues dos de ellas empataron: La sustancia y Un hombre diferente. No solo tocaron el mismo tema desde ángulos diferentes pero complementarios, sino que casualmente se estrenaron comercialmente en Estados Unidos el mismo día. Espero que disfruten estas recomendaciones y que puedan ver aquellas que les hacen falta. Gracias por leer mis opiniones sobre el cine.

Juan Carlos González A.

No. 1: La semilla del fruto sagrado, de Mohammad Rasoulof

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“Las jóvenes también sospechan de la actividad laboral de su padre, pero no se imaginan el grado de paranoia que Iman demuestra cuando el arma de dotación desaparece en casa. Ahí empieza otra película, una muestra absoluta de excelencia fílmica. Mohammad Rasoulof   va a enseñarnos lo que el aparato de inteligencia estatal iraní hace con los capturados sospechosos, el tipo de interrogatorio y tortura psicológica y física que les aplica cuando quiere que confiesen algo. No va para ello a recurrir a un preso cualquiera: va a hacer que Iman y uno de sus colegas apliquen esto en Najmeh y sus hijas, que no pueden creer que su propio marido y padre las someta a esas humillaciones y prácticamente las secuestre, preso él de una neurosis –la pérdida del arma podría llevarlo a la cárcel y acabar con su carrera- que lo hace desconfiar de sus propios seres amados y nublar por completo su razón”. Lee acá la reseña completa.

No. 2: La bestia, de Bertrand Bonello

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“El director Bonello nos hace hincapié en un cuadro que hay en el primer piso de la casa. Es arte contemporáneo, pero si lo miramos con calma veremos que representa el corte trasversal del tronco de una secuoya californiana y sus anillos, esos que representan años, décadas y siglos: el tiempo y las vidas pasadas, tal como en Vértigo (1958), tal como en La Jetée (1962).  Esta secuencia en Los Ángeles tiene un espíritu oficiante: el David Lynch de Mulholland Drive (2001) y de  Inland Empire (2006). Formalmente estamos, sin duda apropósito, en territorio Lynch, con todo lo que eso implica. Nada puede entonces sorprendernos, incluyendo un prólogo metacinematográfico del filme que nos saca de la diégesis y nos muestra las costuras de cómo se construyen los efectos visuales del cine frente a un fondo verde”. Lee acá la reseña completa. La bestia está disponible en la plataforma MUBI.

No. 3: Anora, de Sean Baker

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“La historia anecdótica de Anora “Ani” Mikheeva -una joven escort que vive en Brighton Beach, esa “Little Odessa” neoyorquina donde ella, de ascendencia rusa, encaja bien- nos la cuenta el director y guionista Sean Baker con mucho de empatía hacia el personaje, pero con la crudeza propia del trabajo nocturno que ella ejerce. Este no es un cuento de hadas y ya Baker tiene experiencia previa con este tipo de personajes: Tangerine (2015) tuvo como protagonistas a dos prostitutas trans, en una historia absolutamente realista. Sin embargo, el tono ahora es diferente, como diferente es el tipo de actividad, mas sofisticada, que ejerce Anora (una hipnótica Mikey Madison) en un club de Manhattan donde hace lap y pole dancing”. Lee acá la reseña completa.

No. 4: La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar

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“Dadas las particularidades sociales y culturales de Ingrid y Martha, Almodovár debe hacer unos ajustes a su discurso narrativo: en vez del melodrama laberintico -pero estructurado con la maestría que le conocemos, ese donde al final todo encaja- en La habitación de al lado el director recurre a un drama seco con tintes éticos (la eutanasia solo está aprobada en diez estados de Estados Unidos), donde prevalece la solidaridad y la amistad por encima de las creencias y miedos de los personajes. Ingrid teme a la muerte, pero no va a abandonar a Martha en sus últimos momentos, no va a dejar que se vaya sola. En la pureza de la relación entre ambas, la calidez de sus diálogos y la sinceridad de sus sentimientos uno ve esa sororidad que Almodóvar ha exhibido en su filmografía con tan hermosa propiedad”. Lee acá la reseña completa.

No. 5: Un dolor real, de Jesse Eisenberg

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Un dolor real trata de dos personas que se aman como los parientes cercanos que son, pero que conocen y aceptan las diferencias entre ellos. Estos primos de la misma edad han sido criados como hermanos, pero cada uno ha sufrido experiencias diferentes que los han puesto en circunstancias vitales distintas. Sabemos que David tiene una bebé, mientras que Benji refiere que su abuela era la persona más cercana a él y que tras su partida ha sufrido altibajos. Con esa información partimos, pues el propósito de la película es irlos conociendo a lo largo de la visita a Polonia”. Lee acá la reseña completa.

No. 6: Empate entre La sustancia, de Coralie Fargeat y Un hombre diferente, de  Aaron Schimberg

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“Hay que tener presente que La sustancia no es un drama. Es una sátira feroz y por momentos surrealista. Esos pasillos del estudio de televisión son más un estado mental que un lugar concreto. Algo similar ocurre con el apartamento de Elizabeth, que parece contener un corredor laberíntico y que tiene un baño que se asemeja más a un anfiteatro, a una sala de operaciones. Los personajes masculinos del filme –encabezados por Dennis Quaid- son caricaturas esperpénticas, y el personaje de Elisabeth Sparkle es un ser aislado, solitario, sin ningún contacto familiar, afectivo o de amistad al que aferrarse. Su mundo es ella misma, su aspecto físico y su fama, ahora menguante. Nada más le importa. Cuando llega a sus manos una propuesta del mercado negro para una terapia que podría ofrecer una “mejor versión” de ella misma, cede a la tentación”. Lee acá la reseña completa. La sustancia está disponible en la plataforma MUBI.

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Un hombre diferente ofrece una mirada que es a la vez reflexiva y caustica sobre los prejuicios auto infligidos, sobre el daño que nos causamos pensando si nuestro exterior si es lo suficientemente apropiado para unos estándares de belleza impuestos por una sociedad occidental que decide que es bello y que no, descuidando o menospreciando lo que realmente somos: aquello que nuestra mente exhibe y refleja con sus pensamientos, pulsiones y actos. Se prefiere una cáscara lustrosa, así esté vacía. La solidaridad, la bondad, la asertividad, la capacidad resolutiva, la opinión crítica y documentada… nada parece importar frente a un exterior bello, joven y sensual. Parece una verdad demasiada trillada, pero esta película toma esta premisa superficial y la convierte en una bofetada atronadora”. Lee acá la reseña completa.

No. 7: Desafiantes, de Luca Guadagnino

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“Sería igual que fuese un duelo a espadas entre caballeros cruzados o un juego de esgrima a mediados del siglo XX, lo que está en juego no es el triunfo puntual en sí, sino el demostrar quien merece los favores de esta mujer, que no es en este caso una princesa prisionera en un castillo ni una dubitativa damsel in distress, sino una ex deportista tremendamente competitiva y exigente consigo misma y con los hombres que se la disputan. No va a aceptar pasividad, falta de ambición o de sed de triunfo. Ella exige pasión. Tashi (interpretada por Zendaya, también coproductora del filme), es el eje a cuyo alrededor se mueven Art (Mike Faist) y Patrick (Josh O’Connor), dos hombres que se la han pasado disputándosela (y alternándosela), a sabiendas que es ella la que controla por completo todo este juego de seducción”. Lee acá la reseña completa. Desafiantes está disponible en la plataforma Prime Video.

No. 8: Emilia Pérez, de Jacques Audiard

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“Es recurrente la historia de narcos y otros criminales perseguidos que se someten a cirugías para alterar su fisionomía y así desaparecer del “radar” de las autoridades. Esto está en la base del relato de Emilia Pérez, el deseo de un todopoderoso y peligroso capo mexicano, alias Manitas del monte, de cambiar su rostro y su cuerpo, y por ende cambiar de vida. Para eso contrata a una abogada -Rita Moro Castro (Zoe Saldaña)- con experiencia involuntaria en defender bandidos machistas, para que le ayude a gestionar en el exterior su transformación física con los más calificados cirujanos plásticos. Uno de ellos, en Tel Aviv le dice a Rita, cantando obviamente, unas palabras que pueden antojarse proféticas: “Señora, sabe que solo arreglo el cuerpo, piel, huesos, pero nunca arreglaré el alma”. Lee acá la reseña completa. Emilia Pérez está disponible en la plataforma Netflix en su versión norteamericana.

No. 9: Jurado No. 2, de Clint Eastwood

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“La película nos revela, gracias al jurado que porta la escarapela número 2, lo que hizo el acusado con su novia, Kendall Carter (interpretada por Francesca Eastwood, la hija del director). Ese jurado se llama Justin Kemp (Nicholas Hoult) y es un hombre rehabilitado del alcoholismo que está a punto de ser padre. Él sabe lo que ocurrió, pero no era consciente de ello cuando lo nombraron jurado, solo después es que ata cabos y se da cuenta que él sabe cosas sobre este juicio que nadie parece haber advertido. El espectador del filme se entera también de esos hechos, reemplazando la sorpresa final por un largo suspenso, la misma táctica que utilizaba Hitchcock en sus películas y en la que él era un experto. Jurado No. 2 pasa a ser entonces un drama existencial, pues Justin Kemp tiene sentimientos encontrados e imposibles de revelar frente al juicio que se está desarrollando y en el que él es juez y parte”. Lee acá la reseña completa. Jurado No. 2 está disponible en la plataforma MAX.

No. 10: Asesino serial, de JT Mollner

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Asesino serial está construida como un juego del gato y el ratón: un ejecutor y una víctima. “La dama” (Willa Fitzgerald) y “el demonio” (Kyle Gallner), son los dos protagonistas de esta persecución, que se nos presenta dividida en seis segmentos. Lo que tiene poco de particular es que estos capítulos están presentados en desorden, primero el 3, luego el 5, y así. La idea funciona porque el espectador solo tiene indicios de lo que está pasando por lo que le contaron en una introducción escrita, leída con la voz de Jason Patric, y los que va construyendo solo derivan de lo que le muestran, prisionero de ese rango de restricción narrativa al que hacía referencia. De este modo la película construye con inteligencia el suspenso, jugando con nuestras expectativas. Contar más del argumento es un crimen”. Lee acá la reseña completa.

Puestos 11 al 20: Cónclave, de Edward Berger; Retratos fantasmas, de Kleber Mendonça Filho (disponible en la plataforma FILMIN); El conde de Montecristo, de Matthieu Delaporte & Alexandre de La Patellière; The Outrun, de Nora Fingscheidt; Duna parte II, de Denis Villeneuve; Blitz, de Steve McQueen (disponible en la plataforma AppleTV+); Guerra civil, de Alex Garland (disponible en la plataforma MAX); Wicked, de Jon M. Chu; Gasoline Rainbow, de Bill y Turner Ross (disponible en la plataforma MUBI) y Flow, de Gints Zilbalodis.

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

Marquesina del teatro Warner en la Avenida Wisconsin, 1940.
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