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¿Verdad qué es romántico?: Sabrina, de Billy Wilder
«Bogart pensaba que yo amaba a la querida, dulce y hermosa Audrey. ¿Y quién no? Audrey Hepburn fue una creación ... -
En Anarene empieza y termina el mundo: La última película, de Peter Bogdanovich
Si la primera película norteamericana fue un western, la última también lo será. Y en la última función del teatro ... -
El show debe continuar: Eva al desnudo, de Joseph L. Mankiewicz
“El comportamiento masculino es tan elemental. Adán al desnudo (All about Adam) podría hacerse como un cortometraje” -J.L. Mankiewicz Es ... -
El rostro de la muerte: El séptimo sello, de Ingmar Bergman
Conversación entre el caballero y la muerte en El séptimo sello: – «Quiero que Dios extienda su mano, muestre su ... -
El turista accidental: Las vacaciones del señor Hulot, de Jacques Tati
“Esto es lo que le interesa a Tati. Todo y nada. Hojas de hierba, una cometa, niños, un ancianito, cualquier ... -
Si nos envenenan, ¿acaso no morimos?: Ser o no ser, de Ernst Lubitsch
“Lubitsch se llevó su secreto con él. Es como el vidrio soplado chino, algo que ya no existe. Alguna vez, ... -
El puerto de las brumas: Los muelles de Nueva York, de Josef von Sternberg
“Los muelles de Nueva York es la película más grande que von Sternberg hizo alguna vez. Logra un sentimiento de ... -
70 años después, duele todavía: Roma, ciudad abierta, de Roberto Rossellini
“El primer pase público de Roma, ciudad abierta tiene lugar un lunes, el 24 de septiembre de 1945, inaugurando la ... -
Rocky Graziano by Paul Newman: Somebody Up There Likes Me, de Robert Wise
Paul Newman empezó a ser Rocky Graziano el 30 de septiembre de 1955, gracias a un grave accidente de tránsito ... -
El gato y los canarios: Avaricia, de Erich von Stroheim
[…] El otro día vi una maravillosa película, que nadie más verá. Fue la versión no masacrada de Avaricia de ... -
Bailar sobre un volcán: La regla del juego, de Jean Renoir
“Para mí, el artista sin el cual no podría haber un canon fílmico es Jean Renoir, y la película sin ... -
La chica sólo quiere divertirse: La princesa que quería vivir, de William Wyler
“Es fácil querer a Audrey” -Gregory Peck “Después de que tantas camareras se convirtiesen en estrellas de cine… aquí tenemos ...