El arte de resistir: Afterimage, de Andrzej Wajda

Compartir:

Entre el personaje de Dorota en Generación (Pokolenie, 1955) y el de Hania en Afterimage (Powidoki, 2016) transcurrieron 61 años en la vida del director de ambos filmes, Andrzej Wajda, los mismos que corresponden al arco completo de su vida artística como director, pues Generación fue su primer largometraje y Afterimage el último, y sin embargo entre ambos filmes –pese a las diferencias técnicas y al oficio adquirido- hay similitudes que hablan de la consistencia de Wajda como autor comprometido y militante.

Ambas mujeres son jóvenes, incluso físicamente similares, y las dos luchan contra la opresión, como parte de la resistencia: Dorota lucha contra los nazis en la Polonia de 1942 y Hania contra la ortodoxia socialista en el mismo país, al inicio de la década de los años cincuenta del siglo XX. La primera hace parte de un grupo subterráneo organizado, la segunda es solo una estudiante de pintura en Lodź que, junto a sus compañeros de aula, trata de preservar el legado de uno de sus profesores, el pintor y teórico del arte, Władysław Strzemiński (1893–1952).

Afterimage (Powidoki, 2016)

“La imagen tiene que ser lo que absorbes de esto, de esto” –le dice Strzemiński a Hania cuando se conocen en una salida de campo de la Escuela de Bellas Artes de Lodź- para añadir que “Cuando miramos un objeto, recibimos su reflejo en nuestro ojo. Cuando dejamos de mirarlo y movemos nuestra mirada a otro lado, una imagen persistente del objeto permanece en el ojo, un rastro del objeto con la misma forma pero del color opuesto. Una imagen remanente. Las imágenes remanentes son los colores, el interior del ojo que mira un objeto. Porque una persona realmente solo ve lo que conoce”. Esta es la afterimage a la que se refiere el título de este filme, la imagen que persiste en nuestro cerebro después de que vemos algo.

Afterimage (Powidoki, 2016)

Strzemiński (interpretado por Boguslaw Linda) y su esposa, la escultora Katarzyna Kobro, fueron artistas de vanguardia y por ello su obra –que arropó al unismo y neoplasticismo- fue perseguida en la postguerra cuando el estalinismo se hizo más radical en Polonia. La película describe los últimos cuatro años en la vida del pintor, no tanto centrándose en su obra, sino en las duras vicisitudes personales que atravesó por negarse a aceptar los postulados artísticos del “realismo socialista” que le imponían. Lo suyo fue el arte de resistir, ayudado por alumnos como Hania, e impedir que todo su legado artístico y su libro La teoría de la visión desaparecieran por considerarlos subversivos al régimen socialista polaco.

Afterimage funciona muy bien como biopic de un hombre comprometido e integro, que además luchaba contra su invalidez física, pero funciona mejor como metáfora del papel del artista en una sociedad en crisis, y de la lucha interior por mantener la integridad personal, ante la imposibilidad de declinar los principios propios -su ser- frente a los “vientos de la historia”. En esto Strzemiński y Wajda se hicieron uno solo, compartiendo la certeza de que sus razones artísticas eran más fuertes que lo que quisieron imponerles desde un gobierno obtuso.

Afterimage (Powidoki, 2016)

En Generación vemos a Dorota acariciar un jarrón con margaritas blancas, las mismas flores que Hania le regala a Strzemiński cuando se conocen y que periódicamente le dará para adornar su habitación, las mismas flores que él, tiñéndolas de azul deja en la tumba de su esposa. Afterimage cierra el círculo creativo de Wajda y lo hace volviendo al principio de su obra fílmica, como para que la “imagen remanente” que nos quede de él sea la de una unidad artística indisoluble. Así fue.

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

Compartir: