Por primera vez, Colombia gana una Palma de oro
“Haber terminado hace solo cinco meses esta historia pequeña, que transcurre en un barrio de Medellín, y estar acá en Cannes recibiendo la Palma de Oro es algo increíble, surreal”, le dijo Simón Mesa a EL TIEMPO, emocionado, después la ceremonia de premiación. El reconocimiento que acaba de otorgársele a este realizador de 28 años es un hito en la historia de las participaciones de Colombia en Cannes, donde su coterráneo, el reconocido cineasta Víctor Gaviria, había competido ya por la Palma de Oro, pero en formato de largometraje, con dos películas: Rodrigo D: no futuro (1990) y La vendedora de rosas (1998).
Leidi, una coproducción entre Colombia y Gran Bretaña de 16 minutos, fue presentada el viernes al jurado presidido por el célebre director iraní Abbas Kiarostami. Ese día, ante los espectadores apareció el duro panorama –no visto acá desde los filmes de Gaviria– de una de las comunas del norte de Medellín. Allí vive Leidi, quien al comienzo del relato mira por el improvisado balcón de su casa, mientras en la cama la espera su bebé. Ella es una de las tantas madres adolescentes de este país, y cuyo futuro es incierto.
“Siempre sentí algo mágico por Leidi. Es una historia muy chiquita y enfocada en un personaje, que era muy normal encontrar en la Medellín donde crecí”, agregó Mesa, graduado en la carrera de Comunicación Audiovisual y Multimedial de la Universidad de Antioquia y estudiante de la Escuela de Cine de Londres, en la cual Leidi es su trabajo de grado. “Kiarostami me dijo que en la escena en la que ella se recuesta en su novio –a quien busca a lo largo de la película–, él sintió que la película merecía la Palma de Oro. Me emocionó que lo dijera porque lo admiro mucho”, comentó.
Leidi cuenta una historia de absoluta sencillez, minimalista, muy cercana al cine neorrealista italiano y a los relatos de Gaviria. Filmada con actores naturales –”es un gran director de actores”, dice Oswaldo Osorio, uno de sus profesores en la universidad–, la película le hace honor a una tendencia naturalista del cine colombiano que en Cannes siempre ha sido bien acogida. “Si eres de Medellín y joven como yo, obviamente a Víctor Gaviria lo ves como a un maestro. Leidi es un personaje de Medellín y él siempre ha trabajado en este entorno. Lo que intenté fue agregar algo a ese abanico de historias no solo de mi ciudad, sino de Latinoamérica”.
Al terminar la proyección hubo aplausos, como en todos los demás cortometrajes, pero Mesa no sospechaba que Leidi iba a ganar. “Cuando me enfrenté a la sala con los jurados me di cuenta de que había ocho cortos también increíbles y de que yo hacía parte de algo más grande: que no era el único que soñaba con ese premio (…). Este es un gran impulso para mi carrera, pero es importante no enloquecerme con el premio, sino seguir trabajando con los pies en la tierra”.
Publicado en el periódico El Tiempo (Bogotá, 25/05/14). Pág. 25 Sección “Debes Saber”
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