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¡Yo soy la tormenta!: El vestidor, de Peter Yates
Estamos en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Bombas caen sobre el país, pero pese a eso una compañía teatral ... -
El inútil combate: Retorno a Brideshead, de Julian Jarrold
“Solamente quería encajar”, le responde Charles a Sebastian, luego que este lo ve arrodillarse y persignarse a imitación suya al ... -
El hombre que sabía demasiado: El escritor oculto, de Roman Polanski
Tuvo que haberle causado sorpresa a más de un cinéfilo el enterarse de que en febrero de 2010 Roman Polanski ... -
La catástrofe irreversible: Chéri, de Stephen Frears
Empecemos por el final. La última escena de Chéri (2009) tiene a Léa de Lonval sentada frente a un espejo ... -
Lo que no está en los libros: Enseñanza de vida, de Lone Scherfig
El nombre del novelista inglés Nick Hornby está de inmediato asociado al cine por las adaptaciones hechas de sus novelas, ... -
Cuando la inocencia no te salva: El niño con el pijama de rayas, de Mark ...
De nuevo el holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial como tema para un filme. Pero esta vez no se ... -
Peones de la ambición: La otra reina, de Justin Chadwick
Aunque el inglés Justin Chadwick ya tenía experiencia como director de series de televisión, para su debut en el cine ... -
Humanas, demasiado humanas: El narciso negro, de Michael Powell y Emeric Pressburger
“Entrar en un cinematógrafo de la calle Lavalle y encontrarme (no sin sorpresa) en el Golfo de Bengala o en ... -
De concierto por las Fucklands: 9 canciones, de Michael Winterbottom
Michael Winterbottom es un consentido de los festivales: en el 2003 su película In This World ganó el Festival de ... -
Un mundo infeliz: Hotel Rwanda, de Terry George
¿Dónde estábamos en 1994? ¿Qué hacíamos? ¿Hacia dónde mirábamos? Probablemente hacia nuestro propio ombligo, y por eso no nos dimos ... -
Sir John Gielgud, 1904-2000
Está a punto de concluir En busca de Ricardo III (Looking for Richard), el documental que Al Pacino dirigiera en ... -
Mover montañas: El ocaso de un amor, de Neil Jordan
¡Ah, pobre la gente que nunca comprende un milagro de éstos y que sólo entiende que no nacen rosas más ...