Historias de violencia: Un toque de pecado, de Jia Zhang-ke

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Mientras los grandes distribuidores y exhibidores de cine en nuestro país se afanan para que no nos perdamos joyas tan dudosas como Tontos y más tontos 2 y Agentes del desorden, la programación de Cine Tonalá en Bogotá nos trajo este mes un filme arriesgado y crítico que es necesario ver: se trata de Un toque de pecado (Tian zhu ding, 2013) del maestro Jia Zhang-ke, que con esta película obtuvo el premio al mejor guión en el Festival de Cannes del año anterior.

Jia, una de la figuras centrales de la “sexta generación” de cineastas chinos y que alcanzó resonancia en el 2006 al ganar el León de Oro en el Festival de Venecia por su cinta Naturaleza muerta (Sanxia haoren), nos presenta ahora en Un toque de pecado cuatro historias tangencialmente relacionadas, pero que tienen como factor común un estallido extremo de violencia personal.

Este director ha sido crítico respecto a las consecuencias de la apertura económica de su país y en su obra previa es notorio su desencanto frente a la transformación urbanística y social que allá se ha experimentado; sin embargo nunca había sido tan punzante y severo como acá, donde ahora el punto de vista es individual, el de unos personajes abrumados y cansados de soportar la desigualdad que ha traído la economía socialista de mercado.

En el fondo de estos relatos de sangre –que están basados en hechos reales- hay una enorme desilusión frente a la corrupción, el enriquecimiento de unos pocos, el sometimiento de género, la infidelidad, el aislamiento, y las malas condiciones laborales que esclavizan y les cierran salidas a los más jóvenes. Hay también en este filme una simbología religiosa –empezando por el “pecado” del título- que es inocultable y que amerita un análisis más profundo.

A diferencia de otros realizadores que ven la violencia como un fin en sí misma, Jia la vuelve síntoma de un estado de desazón generalizado, una erupción volcánica frente a la desesperada situación del individuo en la China contemporánea. Por eso este filme no apunta al realismo, pretende inquietar e incomodar mediante la exageración del gesto dramático. Que el estreno de Un toque de pecado haya sido prohibido en China es consecuencia de sus evidentes intenciones de denuncia. El temor de los censores es signo del triunfo de Jia Zhang-ke.

Publicado en la columna “Séptimo arte” del periódico El Tiempo (Bogotá, 23/11/14). Pág. 4, sección “Debes hacer”.
©Casa Editorial El Tiempo, 2014

Un toque de pecado (Tian zhu ding, 2013)

Un toque de pecado (Tian zhu ding, 2013)

El director Jia Zhang-ke

El director Jia Zhang-ke

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