El turista accidental: la obra europea de Woody Allen

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De Roma con amor es la séptima película de Woody Allen rodada en Europa, algo que hace unos años se antojaba imposible viniendo del más neoyorquino de los directores. Visitemos su obra europea.

“Me siento muy agradecido del apoyo que siempre me ha dado Europa. Un apoyo sin el cual no hubiera podido sobrevivir como cineasta”
-Woody Allen, 2004

En Vicky Cristina Barcelona, la cuarta película de Woody Allen realizada en Europa, el narrador del filme se refiere en un momento dado a Cristina (que interpreta Scarlett Johansson) con estos términos: “Pensaba en ella misma como una expatriada, no sofocada por lo que ella creía era la cultura materialista y puritana de los Estados Unidos, para la que tenía poca paciencia. Se veía a sí misma como un alma más europea, en sintonía con los pensadores y artistas. Sintió expresada su trágica visión romántica sobre la vida”.

¿Woody –que a la vez es el guionista del filme y por ende autor de esas palabras- está hablando de Cristina o de él mismo? En sus películas hay por lo general material autobiográfico, pero acá está haciendo una declaración de principios: Woody ha admirado siempre al cine europeo (Ingmar Bergman y Federico Fellini son ídolos y referentes permanentes para él en películas como La otra mujer y Recuerdos), es en Europa donde su cine ha sido mejor recibido en términos de taquilla y fue ese continente el que le dio la mano cuando rodar en Manhattan se hizo muy costoso y no había quien financiara sus proyectos. Además no le hubiera disgustado ser europeo. En una entrevista para el libro Conversaciones con Woody Allen, le pregunta Jean-Michel Frodon, exeditor de la revista Cahiers du Cinéma:
-“¿Cómo lo tomaría si le considerasen como un director europeo?”
A lo que él responde: -“Lo tomaría como un cumplido. Los cineastas que más admiro son europeos, su sensibilidad cinematográfica está más cerca de la mía. (…) Me sentiría muy orgulloso de ser europeo, sería una utopía realizada”.

Mecenazgo europeo
Sin embargo no fue que un día Woody Allen se levantara pensando en irse de Nueva York y probar suerte en Europa como una forma de renovar su obra y acercarse a esos autores que tanto cariño profesa. La verdad es que se trata de un “turista accidental”, de un hombre profundamente arraigado a su ciudad natal y que solo por circunstancias económicas se vio en la necesidad de rodar en el exterior. Es fácil suponer que para un hombre como él no es sencillo alejarse de su hogar, de su vecindario, de su estilo de vida. Sin embargo películas suyas como Anything Else (2003) y Melinda y Melinda (2004) habían sido fracasos en taquilla, lo que dificultaba sostener el ritmo de un largometraje anual que es su compromiso personal. Ante la indiferencia de las compañías productoras americanas, su hermana Letty Aronson, productora de sus filmes hace ya varios años, hizo una alianza con el banquero, financista y productor inglés Gareth Wiley para rodar en Londres y de ahí surgió el primer proyecto europeo, Match Point (2005).

El éxito de este filme –que sin duda revitalizó la carrera de Woody- animó a Wiley a financiar tres películas más, Scoop (2006), El sueño de Cassandra (2007), ambas en Londres; y Vicky Cristina Barcelona (2008). En estas dos últimas películas Wiley compartió créditos con el productor Stephen Tenenbaum, que ha sido a partir de ahí el coproductor de sus más recientes cintas europeas, la británica Conocerás al hombre de tus sueños (2010), la francesa Medianoche en París (2011) y la italiana De Roma con amor (2012). Otro involucrado en la financiación de sus aventuras transatlánticas ha sido el empresario y productor español Jaume Roures en tres de estos filmes.

Contacto en Londres
De las cuatro películas británicas hay tres dramas cruzados por la ambición, la culpa y el destino, entendido este último como una combinación de azar, suerte e indiferencia divina. Pesimismo y desencanto frente al ser humano nos muestra Woody en estos retratos de ambición desmedida: Match Point, El sueño de Cassandra y Conocerás al hombre de tus sueños. El primero es el más extremo, aquel donde la culpa ante la maldad parece cancelarse frente al utilitarismo. Un hombre sopesa sus deseos sexuales y sus necesidades materiales, y entiende que no puede ceder ante los primeros. Matar al objeto de ese deseo se hace imperativo, no ser descubierto es solo fruto de la fortuna, no hay una justicia divina que vaya a castigarlo.

Los hermanos de El sueño de Cassandra son igual de ambiciosos que el protagonista de Match Point, pero uno de ellos cede ante los remordimientos: Woody no duda en castigar su flaqueza, como no duda en castigar las aspiraciones de los personajes de Conocerás al hombre de tus sueños, que es una paliza para todos los que pretenden engañarse a sí mismos, ciegos de una ambición que no les permite ver sus lmitaciones y torpezas.

Su comedia Scoop tiene, dentro de su levedad, elementos de investigación criminal como en Misterioso asesinato en Manhattan (1993) y en El beso del escorpión (2001), mientras resucita al personaje –entrañable y patético- que Woody interpretó en Broadway Danny Rose (1984) ahora devenido en un mago de segunda categoría. Scoop desarrolla un patrón que sus siguientes películas extranjeras siguen: el de la presencia de visitantes norteamericanos en Europa.

Vicky Cristina Barcelona (2008)

Vicky Cristina Barcelona (2008)

Ciudades de tarjeta postal
Si bien Woody nos muestra la belleza de una metrópolis como Londres – The Tate Modern, el edificio Gherkin y el distrito de Mayfair aparecen ampliamente en Match Point– el énfasis no está tanto en la ciudad como en sus personajes. Caso opuesto al de Vicky Cristina Barcelona y al de De Roma con amor, donde parecen primar las intenciones promocionales de las ciudades que generosamente le permitieron filmar. Barcelona hizo algo más: el ayuntamiento contribuyó a la producción del filme con un millón de euros y la Generalitat de Catalunya dio medio millón adicional. Introducir personajes foráneos que vayan a visitar esas ciudades se antoja la disculpa perfecta para un recorrido turístico por los sitios más representativos de ciudades tan hermosas como estas. Lástima que el paseo no incluya unas historias más sólidas que lo acompañen. En Vicky Cristina Barcelona predomina la inmadurez y la confusión afectiva de sus dos protagonistas: Vicky, sin decidirse entre el querer y el deber, Cristina siendo víctima de una insatisfacción crónica que nada parece remediar. En De Roma con amor hay una preocupante ausencia de brújula creativa que lleva a la conformación de cuatro pequeños relatos que podrían haber sido cada uno semilla de un largometraje, pero que se quedaron en la etapa de anécdota incipientemente desarrollada. La presencia del propio Woody como actor no alcanza a ser gancho suficiente para evitar el naufragio de este filme irregular.

Woody Allen con algunos de sus actores en el rodaje de Medianoche en París (2011)

Woody Allen con algunos de sus actores en el rodaje de Medianoche en París (2011)

Adrede he dejado de lado a Medianoche en Paris. Woody también nos muestra a la capital francesa en todo su esplendor (recuerden ese montaje de imágenes iniciales acompañadas por la música de Sidney Bechet interpretando “Si tu vois ma mère” junto a la orquesta de Claude Luter) y también está protagonizada por turistas norteamericanos. Pero hay una diferencia: acá existe un relato que justifica la visita, un guión estructurado que involucra a la ciudad, a su historia y a quienes en el pasado buscaron refugio creativo en ella. Woody encuentra el tono perfecto y se siente uno más de esos “americanos en París” que se inspiraron en la ciudad luz para hacer sus mejores obras.

¿Qué viene ahora para él? Se leen rumores de propuestas provenientes de Alemania, Dinamarca e Israel, países deseosos de brindarle todo el apoyo financiero y logístico que requiera. Sin embargo parece que volverá a su terruño para filmar en San Francisco y Nueva York una película con Cate Blanchett, el comediante Louis C.K. y Alec Baldwin. Recordemos que en medio de su tour europeo regresó a casa en el 2009 para realizar, con mucho éxito, Que “la cosa” funcione (Whatever Works). Nada como el color local, nada como rodar una historia estrechamente ligada a sus raíces personales. No es un secreto: Woody Allen es un mal turista.

Publicado en el suplemento “Generación”, del periódico El Colombiano (Medellín, 29/07/12). Págs. 12-14
©El Colombiano, 2012

Woody allen conFlavio Parenti Y Allison Pil durante el rodaje de De Roma con amor

Woody allen con Flavio Parenti y Allison Pill durante el rodaje de De Roma con amor (2012)

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