Seres cuidadosamente vigilados
“Soy su público”, le dice en un bar el capitán Gerd Wiesler a la diva de las tablas alemanas Christa-Maria Sieland. Y tiene razón. Noche y día el capitán vigila con micrófonos su casa y, ante él, la actriz y su pareja parecen están en un escenario en el que se desenvuelve una historia de amor, una intriga literaria, un triangulo romántico, una historia de traición a la patria. Conmovido por esos seres hermosos, el duro capitán de la Stazi alemana empieza a sentir piedad por ellos, cruzando una línea de difícil tránsito.
La seducción por la belleza, por el arte, por la perfección, es un viejo tema de la literatura, pero en manos del director Florian Henckel von Donnersmarck, se convierte en un drama de hermosas resonancias morales. Ese capitan Wiesler carece de existencia propia, pero la que encuentra en la de la actriz y en la del escritor Georg Dreyman, parecen llenarlo por completo, trasportarlo, interesarlo hasta el punto de arriesgar su callada labor de espionaje, ángel silente que desea tocar, emocionarse, sentir. Así sean las vidas de los otros.
Publicado en la revista Kinetoscopio No. 79 (Medellín, 2007), p. 146
©Centro Colombo Americano de Medellín, 2007