Deseo y necesidad: 17 años, de André Téchiné

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Damien y Thomas son compañeros de clase en el colegio y están estudiando juntos. Thomas lee: “Desear proviene del latín desirat que significa lamentar la ausencia de algo. La mejor definición es la de Leibniz que dice: «La preocupación que un hombre siente en sí mismo, por la ausencia de algo que le daría placer si estuviera presente, eso es a lo que se le llama deseo. Es la tendencia consciente de llegar a un objetivo. El deseo es considerado como propio del hombre»”. Damien lo interrumpe para leerle un pasaje de El banquete de Platón que lo deja perturbado, pero Thomas continua hablando: “Debemos hacer una distinción entre deseo y necesidad. Necesidad: de acuerdo con la naturaleza; necesario, vital. Deseo: que no es de origen natural. Artificial, contingente, superficial”.

Los dos muchachos son los protagonistas de 17 años (Quand on a 17 ans, 2016), del veterano realizador francés André Téchiné. Son ellos –Damien y Thomas- los que tienen 17 años y se están enfrentando al deseo con las mismas herramientas instintivas con las que se acercan progresivamente a la adultez. Están explorando, están tratando de discernir lo que los conmueve, están buscando pertenecer a un grupo donde se sientan entre pares. No son diferentes a los adolescentes de este lado del mundo por el hecho de ser franceses: reaccionan igual, golpeando a lo que desconocen, a lo que les da temor, a quien los confunde. Sus inseguridades y temores son comunes a todos los que hemos pasado por esa edad. Experimentan temor al rechazo, a la exclusión, a sentirse aislados.

17 años (Quand on a 17 ans, 2016)

17 años (Quand on a 17 ans, 2016)

Sin embargo cada uno aborda estos conflictos internos de manera diferente. Damien (Kacey Mottet Klein) es citadino, con un núcleo familiar fuerte y parece adaptado a su entorno social y educativo; mientras Thomas (el debutante Corentin Fila) vive en el campo, entre las montañas de los Pirineos, y prefiere él mismo excluirse del contacto personal con los demás. Es un hecho fortuito el que lo acerca a Damien y lo hace compartir su grupo familiar. La madre de Damien, una médica interpretada por Sandrine Kiberlain, es la encargada de unir a ambos muchachos –que se repelen como polos opuestos del mismo imán- buscando que Thomas encuentre un ambiente más propicio para mejorar su rendimiento escolar.

17 años (Quand on a 17 ans, 2016)

¿Qué necesitan en realidad? ¿Qué desean? La película da vueltas dejando que cada uno –incluyendo a la madre, que progresivamente tiene cada vez más protagonismo– busque por sí mismo respuestas a esas preguntas. No hay soluciones correctas o incorrectas, solo acercamientos basados en ensayo-error. Lo que sí se ve es un gran respeto por las exploraciones de los jóvenes y las dudas de la madre, y eso puede explicarse por la trayectoria de la coguionista del filme, la también directora Celine Sciamma, que previamente había hecho una trilogía sobre el coming-of-age, sobre el despertar adolescente, conformada por Naissance des pieuvres (2007), Tomboy (2011) y La banda de las chicas (Bande de filles, 2014). Esa experiencia beneficia a Téchiné y le da peso a su cinta.

17 años (Quand on a 17 ans, 2016)

17 años transcurre a lo largo de un año escolar, quizá el último de las vidas de sus protagonistas antes de entrar a la universidad o entrar al mercado laboral, y el título parece significar un parteaguas, un momento definitivo en sus existencias. Pero la película por sí misma se va a encargar de recordarnos que somos un permanente proceso, un material maleable y absorbente que, así no parezca, no termina nunca de fraguar.

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A. – Instagram: @tiempodecine

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