Crecer a los golpes: En los 90, de Jonah Hill

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Jonah Hill, el actor californiano de El juego de la fortuna (Moneyball, 2011) y de El lobo de Wall Street (2013), debutó como director y guionista con En los 90 (Mid90s), una película sobre sus vivencias como adolescente en Los Ángeles. No se trata de una historia autobiográfica, pero sí se inspira en el medio en el que vivió y que lo apasionó: el de los monopatines (skateboards) y la cultura callejera alrededor de esa práctica.

Esta es la historia de dos familias: una formal y una informal. Para la primera, Hill contó con tres actores: Katherine Waterston, Lucas Hedges y Sunny Suljic, que interpretan a una madre y a sus hijos Ian y Stevie; para la segunda recurrió a patinadores sin experiencia actoral alguna, buscando la autenticidad y el realismo que unos actores profesionales no iban a darle. La película hace protagonista a Stevie, un adolescente de trece años que es el puente entre ambas familias.

En los 90 (2018), de Jonah Hill

Una madre que lo ignora y un hermano mayor que lo victimiza son motivos más que suficientes para que Stevie busque un sucedáneo a su familia, y va a encontrarlo en un clan urbano de patinadores organizados informalmente alrededor de una tienda de patinetas. Los tímidos intentos de Stevie para volverse parte de ese grupo –donde todos son mayores que él- van dando lugar a sucesivos ritos de paso que lo van entrando, literalmente a golpes, a la adolescencia.

Buscando emular la aproximación hiperrealista de Kids (1995) y ubicando la historia en la misma época, Hill logra transmitirnos una sensación muy genuina de tiempo y lugar: En los 90 luce, se escucha y se experimenta como si fuera una cápsula del pasado, de un momento que Jonah Hill vivió y que ahora quiere traer de regreso convertido en una ficción adosada a los códigos del genero del coming-of-age, de ese aprendizaje empírico que implica madurar, pero que como filme aporta nuevas lecturas y lecciones.

En los 90 (2018), de Jonah Hill

Más allá de la metáfora obvia del monopatín y lo que implica dominarlo dándose contra el suelo una y otra vez, la película apela al espíritu de grupo, a la solidaridad entre pares imperfectos pero incapaces de juzgarse el uno al otro. Están llenos de máculas en el cuerpo y en el espíritu, pero se tienen entre sí. Y eso a veces es más que suficiente.

Publicado en el periódico El Tiempo (Bogotá, 28/07/19) p. 3.10, con el título “Crecer a los golpes”
©Casa Editorial El Tiempo, 2019

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

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