Las imágenes del año

En el año que acaba de terminar se estrenaron en el país alrededor de 245 películas, una cifra superior al promedio anual al que habitualmente veníamos acostumbrados. Eso, obviamente, no refleja un incremento en la calidad de las cintas presentadas: seguimos padeciendo una crónica mediocridad en la cartelera de cine, de la que ya no vale la pena quejarse. El cine es visto por los distribuidores y exhibidores locales solo como un negocio que debe ser lucrativo. Su dimensión artística y cultural es para ellos algo secundario. 

Pese a esas intenciones siguen apareciendo títulos que reflejan que el cine sigue vivo y que aún tiene mucho para contarnos. Les ofrezco mi listado personal de películas favoritas, circunscrito a las exhibidas comercialmente en Colombia:

– El gran hotel Budapest. El particular universo de Wes Anderson puesto al servicio de la literatura de Stefan Zweig da como resultado un filme exquisito e ingenioso.

– Boyhood. Richard Linklater se sirve de la vida como única puesta en escena para relatarnos durante doce años lo que implica crecer.

– Ida. Gracias al polaco Paweł Pawlikowski pudimos ver una obra perfecta en su concepción formal y llena de heridas en su riguroso relato de reencuentro y perdón.

– Relatos Salvajes. Acogido en Cannes, el director Damián Szifron supo –con conocimiento de causa- reflejar la sangre caliente de los latinoamericanos.

– De tal padre, tal hijo. El japonés Hirokazu Koreeda plantea una situación familiar límite que nos hace reflexionar sobre la fortaleza de los lazos de sangre.

– La inmigrante. James Gray nos toma de la mano y nos sumerge en la inmigración a EE.UU. a comienzos del siglo XX, con hermosos ecos a La Strada de Fellini.

–The Grandmaster. Wong Kar-wai nos ofrece un festín visual que, disfrazado de filme sobre un profesor de kung fu, es otro de sus relatos acerca de la nostalgia y el deseo.

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www.tiempodecine.blogspot.com/2015/01/the-grandmaster-un-modelo-para-armar.html 

– Perdida. David Fincher construye un thriller inteligente que pese a algunas zancadillas logra ponernos los pelos de punta.

– Interestelar. Christopher Nolan no le tiene miedo a los retos y se atreve a llevarnos al espacio exterior en una aventura distópica ejecutada con gran fuerza.

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– Dallas Buyers Club. La epopeya personal de un hombre con Sida que a mediados de los años ochenta hará lo que sea por no dejarse morir.