Una terapia muy adictiva: Un método peligroso, de David Cronenberg

Compartir:

Ya no es hora de preguntarse si el cine que David Cronenberg ha hecho en los últimos años, clásico en lo formal, es mejor o peor que el que hizo en sus inicios, tan explícito en la descripción visual de los “estados alterados” de la mente. Se trata de un interrogante inútil, pues lo que uno debe preguntarse es si su cine sigue siendo igual de efectivo en su propuesta narrativa, igual de hábil al momento de involucrarnos emocionalmente en sus historias.

Filmes como Una historia de violencia (2005) o Promesas del este (2007) nos han revelado a un autor, en la madurez de su vida, que pese a parecer haber capitulado frente a las exigencias de hacer un cine menos contestatario en lo visual, no ha perdido esa capacidad de conmoción que ha sido la marca de la casa. Un método peligroso (A Dangerous Method, 2011) se une a ellos de manera natural. Su preciosa y cuidada puesta en escena, situada en la Europa central en los albores del siglo XX –cortesía de Christopher Hampton, el dramaturgo y guionista inglés autor del drama, The Talking Cure, en el que se basa la película- no alcanza a esconder el volcán que se agazapa debajo de las buenas manera de los personajes.

Un método peligroso (A Dangerous Method, 2011)

Hampton a su vez se inspiró en un libro de John Kerr, A Most Dangerous Method, publicado en 1993 y que trata de la relación profesional entre Sigmund Freud y Carl Jung, y como ambos se distanciaron a raíz del caso de una paciente de este último, Sabina Spierlrein. La película no entra a discutir la validez de las aproximaciones al psicoanálisis que cada uno propuso, pues para Cronenberg lo importante era la anécdota del tratamiento de Spielrein según los postulados de Jung y como a pesar de que este no veía válido, como Freud, reducir el origen de las neurosis a las represiones y experiencias sexuales -“Debe haber más de una bisagra en el universo”, comenta- termina, sin embargo, involucrado sexual y afectivamente con su paciente y futura colega, rompiendo con ello la confianza que Freud le tenía.

Un método peligroso (A Dangerous Method, 2011)

“No pongas tus esperanzas en los arios. Somos judíos, querida Miss Spierlrein, y judíos seguiremos siendo”, le dice Freud a la mujer, luego de que ya se ha enterado de lo que ocurrió entre ella y Jung, de cómo aplicaron y disfrutaron del más peligroso de los métodos, el del sexo. Las palabras de Freud también remiten proféticas al trágico destino final que él y ella padecerán durante la Segunda Guerra Mundial.

No se engañen, Un método peligroso es Cronenberg. Ya saben los estremecimientos que eso implica.

Publicado en el periódico El Tiempo (Bogotá, 21/06/12). Pág. 22
©Casa Editorial El Tiempo, 2012

©Todos los textos de www.tiempodecine.co son de la autoría de Juan Carlos González A.

dangerous_method_ver5_xlg

Compartir: